La palabra epifanía significa hacer visible, manifestar, o dar a conocer. La Iglesia celebra la Solemnidad de la Epifanía durante el Tiempo de Navidad. En la Epifanía recordamos y celebramos que Jesús fue revelado como Salvador del mundo. Los Reyes Magos eran hombres sabios que provenían de Oriente e iban en busca del rey recién nacido de los judíos. Habían visto una estrella en el cielo y la reconocieron como un signo del nacimiento del gran gobernante.
No sabemos qué distancia tuvieron que recorrer los Reyes Magos ni dónde vivían realmente. No sabemos qué obstáculos tuvieron que superar. Pero de la Sagrada Escritura sabemos que estos hombres sabios creían que la luz de la estrella que iba delante de ellos los guiaba a un soberano recién nacido muy especial.
Cuando la estrella se detuvo sobre el lugar en que estaba Jesús, el Evangelio nos cuenta que los Reyes Magos se alegraron inmensamente.
Al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre… – Mateo 2,11
La tradición de la Iglesia llama a estos hombres sabios Gaspar, Melchor y Baltasar. También los identifica como reyes de tierras y razas distintas. Aunque eran reyes, cuando encontraron a la Sagrada Familia:
… y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones, oro, incienso y mirra. – Mateo 2,11
El relato de la Epifanía revela que Jesús es el Salvador de todo el mundo, de todos los pueblos y de todas las tierras y de todos los tiempos. Los Reyes Magos nos recuerdan el gozo de nuestro encuentro con Jesús en las situaciones de nuestra vida cotidiana y, en especial, en la Eucaristía y los demás Sacramentos. Los Reyes Magos nos enseñan la importancia de dedicar tiempo a adorar a Jesús. Nos ayudan a recordar que nos guía la luz de nuestra fe en Jesús y a confiar en ello. Siempre tendremos esa luz para hallar nuestro camino a Dios aquí en la tierra y nos guiará al Cielo cuando termine nuestro viaje terrenal.
¿A quiénes vino a salvar Jesús?
Palabra de Dios
Esta es la lectura del Evangelio para la Solemnidad de la Epifanía. Búscala en la Biblia y léela y coméntala con tu familia.
Años A, B y C
Mateo 2,1–12
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