Hoy, muchos católicos romanos son bautizados cuando son bebés y confirmados muchos años más tarde. En las Iglesias de Oriente católicas, la Confirmación se administra inmediatamente después del Bautismo y es seguida de la participación en la Eucaristía.
El Sacramento de la Confirmación perfecciona y fortalece las gracias del Bautismo. Los bautizados reciben y aceptan importantes responsabilidades cristianas y las gracias para cumplir esas responsabilidades. Aceptan la gracia y toman el compromiso de unirse a Cristo en su misión de prepararse para la venida del Reino de Dios. Cooperan con la gracia del Espíritu Santo y traen curación y reconciliación al mundo como miembros de la Iglesia.
Requisitos para la Confirmación
En la Iglesia Católica Romana, hay requisitos únicos para que una persona bautizada se prepare para recibir el Sacramento de la Confirmación. Estos requisitos son:
- Fe: La persona debe estar bautizada. Los candidatos para la Confirmación deben profesar su fe con la Iglesia.
- Edad: Hoy, los jóvenes que son católicos romanos se confirman a edades variadas, generalmente cuando son adolescentes.
- Gracia: Los candidatos también deben estar en estado de gracia. Deben estar libres del pecado mortal. Su relación con Dios debe ser cercana.
- Voluntad: Los candidatos deben tener una intención clara y deliberada de recibir el Sacramento. En otras palabras, deben aceptar las responsabilidades de ser testigos de Cristo.
La Confirmación marca nuestro compromiso de por vida de ser testigos de Cristo. Con la ayuda del Espíritu Santo, nos preparamos para la Confirmación. Esta preparación incluye rezar, servir y recibir el Sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación.
Esto también incluye elegir un padrino. Un padrino es alguien que da ayuda espiritual y aliento a una persona que se prepara para recibir la Confirmación.
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La Unción en el Antiguo Testamento
Ungir con óleo es esencial para el Rito de la Confirmación. El óleo se usa como un signo para consagrar una persona, o para reservar a esa persona para un propósito santo. De diferentes maneras, el ritual de la unción con óleos en el Antiguo Testamento anticipó su uso en los Sacramentos de la Iglesia. En el Primer Libro de Samuel, por ejemplo, leemos acerca de la unción de David, el pastor que Dios eligió para que fuera rey de Israel (lee 1 Samuel 16,1–13). Esta unción fue un signo de que el Espíritu de Dios vivía en David y lo ayudaría a hacer el trabajo para el que Dios lo había elegido.
El Rito de la Confirmación
El Rito de la Confirmación generalmente se celebra durante la Eucaristía. Esto ayuda a señalar la unidad de los tres Sacramentos de la Iniciación Cristiana. Cuando la Confirmación se celebra durante la Misa, comienza después de la lectura del Evangelio. Las partes del Rito de la Confirmación, que se celebran durante la Misa y separadas del Bautismo, son:
- Presentación de los candidatos: El párroco o el representante de la parroquia presenta a los candidatos por nombre, si es posible, al obispo.
- Homilía: El obispo predica una homilía para ayudar a los candidatos a entender el misterio de la Confirmación.
- Renovación de las promesas del Bautismo: Los confirmandos (los que van a confirmarse) renuevan la profesión de fe que hicieron en el Bautismo o que sus padres y padrinos hicieron en aquel momento en unión con toda la Iglesia.
- Imposición de las manos: En el Rito Romano, el obispo o sacerdote delegado por el obispo, extiende sus manos sobre los confirmandos. Desde la época de los apóstoles, este gesto ha significado el don del Espíritu Santo. El ministro del Sacramento reza invocando los dones del Espíritu Santo.
- Unción con el Crisma: Los candidatos avanzan con sus padrinos. El padrino coloca su mano derecha en el hombro del candidato. El obispo impone su mano en la cabeza del que va a confirmarse y dice: “Recibe por esta señal el Don del Espíritu Santo” mientras unge la frente de la persona bautizada que va a confirmarse. Al mismo tiempo, el obispo unge la frente de la persona con el Santo Crisma.
Los Sacramentos de la Iniciación Cristiana celebran que nos hacemos miembros de la Iglesia y nuestra participación en la vida de Dios. La Confirmación, así como el Bautismo, imprime una marca espiritual en nuestra alma. Por esta razón es que puede recibirse solo una vez.
¿De qué manera nos ayuda a entender la Confirmación el símbolo del óleo en el Antiguo Testamento?
Los efectos de la Confirmación
En la Confirmación, recibimos y aceptamos importantes responsabilidades y gracias para cumplir esas responsabilidades. Las gracias y las responsabilidades, o los efectos de la Confirmación son:
- Recibimos la gracia del derramamiento del Espíritu Santo en nuestra vida.
- Aceptamos la gracia y el compromiso de unirnos a Cristo en su misión de prepararnos para la venida del Reino de Dios.
- Cooperamos con la gracia del Espíritu Santo y traemos curación y reconciliación al mundo.
- La gracia del Espíritu Santo fortalece nuestro lazo con la Iglesia y su misión de defender la fe.
- La gracia del Espíritu Santo nos guía para que vivamos como signos de la Alianza, como lo hicieron los profetas.
Recibimos los siete Dones del Espíritu Santo para seguir siendo testigos de Cristo, aún enfrentando malentendidos, el ridículo y el sufrimiento. La persona confirmada recibe la fortaleza y el poder de profesar con confianza su fe en Jesús, el Señor y Salvador del mundo, y de vivir como testigo suyo.
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