El Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía son los tres Sacramentos de la Iniciación Cristiana. Por la celebración de estos tres Sacramentos, empezando por el Bautismo, una persona se une a Cristo y su Cuerpo, la Iglesia. Se requiere la unidad de estos tres Sacramentos de la Iniciación Cristiana para la iniciación completa de una persona en el Cuerpo de Cristo, la Iglesia.
El primer Sacramento de la Iniciación Cristiana usa agua bautismal. El agua puede ser un signo de vida (como en un río que corre) y de destrucción (como en una inundación embravecida). A través de la historia del pueblo de Dios, el agua ha sido un signo de lavado del pecado y de un renacimiento a una nueva vida. La Iglesia ha considerado los sucesos del arca de Noé (lee Génesis 7,6–23), el Cruce del Mar Rojo (lee Éxodo 14,26–31) y el río Jordán como momentos en que Dios brindó un nuevo comienzo a su Pueblo Elegido.
Nueva vida en Cristo
Cristo instituyó, o dio a la Iglesia, el Sacramento del Bautismo y los otros seis Sacramentos. Jesús nos mostró el comienzo de una nueva vida en Él cuando le permitió a Juan que lo bautizara en el río Jordán.
En la Cruz, Jesús crucificado es un signo de nueva vida, con su costado abierto derramando sangre y agua (lee Juan 19,31–37). Cristo hace posible nuestra entrada al Reino de Dios al darle a la Iglesia este Sacramento. En el Bautismo, morimos al pecado y renacemos a una nueva vida con Dios Santísima Trinidad. Desde los primeros días de la Iglesia, adultos y niños han sido bautizados. El Bautismo es la puerta, o pórtico, a una nueva vida en el Espíritu Santo y a la Salvación en Cristo.
El Rito del Bautismo
De maneras diferentes, se preparó el signo del agua en el Antiguo Testamento para su uso en el Sacramento del Bautismo. En las oraciones para la bendición del agua que se usa en el Bautismo, escuchamos porqué el agua es un símbolo del relato de la Salvación. Por ejemplo, en el Libro del Éxodo, leemos que Dios guió a su pueblo a través de las aguas del Mar Rojo, salvándolos de la esclavitud.
Dios nos salva del pecado en las aguas del Bautismo. Escuchando las palabras y siguiendo las acciones que usa la Iglesia en la celebración del Bautismo, podemos conocer el significado de este Sacramento.
El Rito del Bautismo en la Iglesia Latina siempre incluye al ministro del Sacramento sumergiendo a la persona en el agua bautismal tres veces, o derramando el agua en la cabeza de la persona tres veces. El ministro del Bautismo hace esto diciendo: “Te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo”. Estos son los elementos esenciales de la celebración. Sin estas palabras y estas acciones, no hay Bautismo.
La celebración del Bautismo también tiene estas partes, o acciones rituales:
- Unción con el Crisma: El ministro unge a la persona bautizada con el Santo Crisma. Esto significa que la persona participa de las obras de Cristo Sacerdote, Profeta y Rey.
- Entrega de una vestidura blanca: Se le da a la persona bautizada una vestidura blanca para que se la ponga. Este es un signo de que la persona recientemente bautizada tiene la nueva dignidad de alguien que se ha unido a Cristo Resucitado.
- Presentación de una vela encendida: Una vela bautismal que se ha encendido con el Cirio Pascual se le entrega a la persona recién bautizada o a los padres y padrinos si el recién bautizado es un bebé. Esto simboliza que la persona bautizada siempre caminará con Cristo y siempre mantendrá la llama de la fe viva en su corazón.
¿Qué le preguntarías a un adulto que recientemente se ha convertido en un miembro de la Iglesia Católica?
Las Gracias del Bautismo
Qué sucede cuando somos bautizados? Se usa el término gracias sacramentales para contarnos qué sucede. Nos cuenta los efectos que tiene el Bautismo en una persona que es bautizada. Estas son las gracias sacramentales que recibe una persona que es bautizada correctamente.
- Nos unimos a Cristo en su Muerte y Resurrección. Renacemos en Cristo y nos transformamos en hijos adoptivos de Dios Padre.
- Recibimos el don del Espíritu Santo.
- Nos hacemos miembros de la Iglesia, el Cuerpo de Cristo, y somos partícipes del sacerdocio de Cristo.
- Recibimos el don de la gracia santificante. Nos liberamos de todo pecado: el Pecado Original y los pecados personales.
- Somos marcados espiritualmente como pertenecientes a Cristo para siempre. Esta marca, que no puede borrar ningún pecado, se llama un carácter sacramental. Esta marca significa que el Bautismo puede recibirse una sola vez y no puede ser repetido.
El Bautismo, como todos los Sacramentos, es la obra de la Iglesia. Es la obra de Cristo y de los miembros de la Iglesia.
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