Celebrar la Liturgia

Fundamentos para niñosLa liturgia es la obra de la Iglesia, el Pueblo de Dios. En la liturgia, la Iglesia adora a Dios Padre por medio de las acciones rituales de la liturgia.

Un ritual se parece a una rutina, algo que repetimos una y otra vez. Los rituales de la Iglesia incluyen palabras, objetos y acciones en la celebración de la liturgia.

La Iglesia adora a Dios porque solo Él es Dios. Él es la fuente de todas las bendiciones de la creación y de la Salvación. Alabamos y agradecemos a Dios. Lo adoramos como el único Cuerpo de Cristo. Con Cristo, Cabeza de la Iglesia, y con el Espíritu Santo dando vida a nuestro corazón y mente, honramos y glorificamos, alabamos y agradecemos a Dios Padre, junto a Cristo a través del poder del Espíritu Santo.

Los Sacramentos

Los Siete Sacramentos están en el centro de la liturgia de la Iglesia. Cuando celebramos los Sacramentos, nos unimos con toda la Iglesia en la Tierra y en el Cielo. Los Sacramentos son los siete signos litúrgicos principales de la Iglesia, dados a nosotros por Jesucristo. Ellos hacen presente su obra de Salvación y nos hacen partícipes de la vida de Dios, la Santísima Trinidad.

En cada celebración de los Sacramentos, Dios proclama en medio de nosotros el relato de su plan amoroso de Creación y Salvación. Es por eso que la Liturgia de la Palabra siempre es parte de la celebración de los Sacramentos. En la Liturgia de la Palabra, el Espíritu Santo prepara a la asamblea celebrante para encontrar a Cristo, la Palabra de Dios. Dios habla y lo escuchamos atentamente, y respondemos con diligencia y con nuestro corazón abierto.

El Libro del Levítico

Algunos de los rituales de la Iglesia Católica se han desarrollado a partir de las tradiciones y leyes del pueblo de Dios en la época del Antiguo Testamento. Es por eso que leer el Antiguo Testamento nos puede ayudar a aprender más acerca de la liturgia.

El Libro del Levítico, el tercer libro del Pentateuco, sirvió como manual litúrgico para los Levitas, los sacerdotes de los Israelitas. El Levítico contiene una sección llamada Ley de la Santidad. En esta sección, encontramos los rituales y las reglas para celebrar el Sabbat. La Ley de Santidad comienza con el Sabbat:

El Señor dijo a Moisés: … Durante seis días se trabajará, pero el séptimo será un día de reposo, de asamblea litúrgica, en el que ustedes no harán ningún trabajo. Será un sábado consagrado al Señor, cualquiera sea el lugar donde habiten”. – Levítico 23,1.3

Luego, el Libro del Levítico detalla los rituales para la observación de los días festivos de la Pascua Judía y del pan ácimo. Celebrar los rituales del Sabbat y la Pascua Judía ayudó a los israelitas a participar del amor de Dios. Los ayudó a recordar todo lo que Dios había hecho por ellos, y a vivir su Alianza con Dios.

Signos sacramentales

Los Sacramentos de la Iglesia Católica también incluyen rituales. Incluyen palabras de veneración con signos y acciones simbólicas. Algunas de estas palabras, signos y acciones simbólicas no pueden eliminarse o cambiar durante su celebración. Por ejemplo, las palabras que dice el sacerdote durante la Consagración en la Misa no deben eliminarse ni cambiarse. Sin embargo, otras partes de la celebración de un Sacramento, como la música, pueden cambiar.

El año litúrgico

La Iglesia celebra su liturgia durante el año. La celebra cada día en cualquier momento del día en algún lugar del mundo. La Iglesia celebra la liturgia en los idiomas que hablan las personas en todo el mundo.

Así como el año calendario tiene diferentes tiempos y muchos días festivos, también el año litúrgico de la Iglesia se compone de diferentes tiempos y días festivos. Los días festivos litúrgicos son momentos para conmemorar esos sucesos y a las personas que nos ayudan a encontrar a Cristo. Para los católicos, el año litúrgico es un tiempo para recibir la gracia: una celebración de nuestra vida en Cristo que dura todo el año.

  • El Adviento. El Adviento es un tiempo litúrgico en el que nos preparamos para la venida de Cristo a nosotros. Es el comienzo del año litúrgico, típicamente marcado por el color morado.
  • Navidad. Este tiempo celebra que el Hijo de Dios se hizo hombre por nosotros sin renunciar a su divinidad y es el Salvador del mundo. Durante este tiempo, se usan los colores blanco o dorado.
  • La Cuaresma. La Cuaresma es un tiempo litúrgico que nos pide que cambiemos nuestro corazón, busquemos el perdón de Dios, preparemos candidatos para el Bautismo y renovemos nuestro compromiso de vivir nuestro Bautismo. Durante este tiempo se usa el color morado, para representar la penitencia y la reconciliación.
  • El Triduo Pascual. El Triduo Pascual, o los “tres días”, es el centro de todo el año litúrgico. Este tiempo comienza el Jueves Santo a la tarde, continúa el Viernes Santo, y finaliza con las celebraciones de la Vigilia Pascual y el Domingo de Pascua.
  • Pascua. Los cincuenta días del tiempo de Pascua, que culmina en Pentecostés, son un tiempo para proclamar el misterio de la nueva vida que tenemos en Cristo Resucitado.
  • Tiempo Ordinario. Durante este tiempo, escuchamos el relato de Jesús de una de las cuatro versiones de los Evangelios: Mateo, Marcos, Lucas o Juan. Aprendemos qué significa ser un discípulo de Jesús en la actividad diaria de la vida. Se utiliza el color verde para indicar el crecimiento del discipulado durante este tiempo.
  • Días festivos. Las solemnidades y días festivos del Señor y de María, los Apóstoles, los mártires y otros santos y santas profundizan nuestra participación en la obra de Dios en nuestro mundo.

¿Cuáles son tus partes preferidas del año litúrgico de la Iglesia?

Copyright © 2014, RCL Benziger. Todos los derechos reservados.