En algún momento de tu vida, alguien a quien amas, morirá. Es posible que ya te haya sucedido. Sabes que cuando sucede, todos en casa están tristes. Las personas cuentan relatos acerca de quien ha muerto. La Iglesia también lo hace cuando recuerda la Muerte de Jesús.
El Viernes Santo, nuestras iglesias no tienen adornos. El tabernáculo está vacío, su puerta está abierta. No hay mantel que cubra la mesa del altar. La Iglesia se reúne para reflexionar sobre la Pasión y Muerte de Jesús.
Nuestra liturgia del Viernes Santo se llama celebración de la Pasión del Señor. El Viernes Santo es el único día del año en que no se celebra la Misa. La celebración de la Pasión del Señor se compone de tres partes:
- La primera parte es la Liturgia de la Palabra. La lectura del Evangelio es una proclamación de la Pasión y Muerte de Jesús, según Juan. Después de la proclamación del Evangelio, la Iglesia nos invita a rezar por las necesidades del mundo.
- La segunda parte de la celebración de la Pasión del Señor es la Veneración de la Cruz. En esta parte de la liturgia, mostramos reverencia y respeto por la cruz, porque Jesús murió por nosotros en una cruz. Podríamos hacer esto caminando en procesión, inclinándonos ante la cruz y besándola.
- La tercera parte de la celebración de la Pasión del Señor es la Sagrada Comunión. La Iglesia nos invita a recibir el Cuerpo de Cristo, que se consagra en la Misa del Jueves Santo y se reserva en un tabernáculo como lugar de reposo, con el sentido de pausa o de descanso.
La celebración de la Pasión del Señor termina como empieza. Se quita el mantel del altar y el tabernáculo queda vacío. Nos marchamos en profundo silencio para comenzar el largo descanso del Sabbat hasta la celebración de la Vigilia Pascual.
¿Cómo recuerda la Iglesia la Muerte de Jesús?
Palabra de Dios
Elige una de las lecturas de las Sagradas Escrituras para el Viernes Santo. Léela y coméntala con tu familia.
Primera lectura
Isaías 52,13 – 53,12
Segunda lectura
Hebreos 4,14–16 y 5,7–9
Evangelio
Juan 18,1 – 19,42
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